Os invito a realizar un ejercicio cada día al salir el sol, en cualquier parte del planeta donde estéis despertaros con el sol, tal y como hacen los grillos, los pájaros.
Solo así vuelves a codificar tu glándula pineal con los sonidos de la Madre Tierra, con las frecuencias de las plantas, con la frecuencia de los arroyos.
Solo así despiertas cada una de tus células, conectándolas a todo cuanto te rodea despertando tu percepción sensorial a través de los cinco sentidos.