Si yo me critico siempre voy a encontrar a una persona que me critique, que me enjuicie, en el momento en que no reconozco que soy yo mismo, en una proyección, gritándome que debo limpiar.
Somos soberbios por no reconocer esas partículas que se nos colocan al frente, cuando solo son nuestras proyecciones y el reflejo de nuestros propios pensamientos.
Todos los seres humanos son como nosotros, todos quieren lo mismo, y tienen la misma naturaleza de seres terrenales y espirituales, mundanos y divinos a la vez.
Son seres que nos vienen a mostrar cada día ese conocimiento que esta oculto dentro de nosotros, por lo que no lo podemos ver ni escuchar si no vemos o escuchamos fuera de nosotros.
Son los actores de nuestra película, aquella que llevamos integrada dentro de este cuerpo, aquella que ya ha sucedido y que hemos decidido recrear con nuestros pensamientos, para poder transformarla.
Todos los seres están ahí, aparentemente fuera y separados, para que podamos nuestro sendero individual, ese que nos permiten seguir creciendo y aprendiendo, para volver a nuestro origen.