Lo primero que debes integrar acerca del cuerpo es que nace de la mente, no puede nacer de otro sitio, ya que todo lo que existe en este universo material tiene un origen mental.
No puede ser de otra manera, cuando nosotros mismos somos átomos, somos energía inteligente y pertenecemos a una mente universal, somos energía auto consciente manifestada, con capacidad para crear materia y modificar los átomos de la materia, integrada dentro de un ADN humano, con capacidad para modificarlo.
Y como todos sabemos según las leyes físicas, la energía ni se crea ni se destruye.
Lo segundo es que es allí, en el cuerpo, es donde el alma decide vivir la experiencia de vida terrenal para su crecimiento y aprendizaje.
Y en tercer lugar, que es a través del cuerpo físico que el espíritu desciende para manifestar en la materia su perfección y belleza.
Es decir, el cuerpo es el vehículo físico que necesita el alma para aprender de la personalidad, llegar a contactar con ella y permitir a su vez, que el espíritu pueda manifestarse y obrar a través de todo el conjunto.
Esto se consigue siempre, ya que todo ser humano va a alcanzar su perfección, dada la tendencia natural que posee la existencia hacia el equilibrio de todas las partes que lo componen.
Se trata de una perfección, eso si, paulatinamente adquirida, porque el cuerpo nace y muere en cada inhalación y cada exhalación.
Sucede que cuerpo y mente están directamente relacionados, que en el proceso de inhalar estas recibiendo toda la información acerca de lo que el universo necesita para mantenerse en equilibrio y de que en el proceso de exhalar te estás entregando al universo, dándole toda la información que necesita tener acerca del equilibrio del propio micro universo que tu cuerpo es a cada instante.
Esta perfección se alcanza siempre porque el ser humano es un ser que deviene a convertirse en aquello en lo que se enfoca, se convierte en aquello a lo que atiende o en aquello que le magnetiza.
Conviene conocer que el cuerpo es un micro universo hecho a imagen y semejanza del macro universo, y que, entre ellos, ambos están unidos por el ritmo que marca tanto la respiración como el latido de los corazones, que pulsan a la vez unidos por el gran corazón universal.
Es esa conexión la que garantiza la tendencia hacia la perfección del ser humano.
Ese equilibrio que se muestra en la materia a través del propio equilibrio
del cuerpo físico, que mantiene una constante en sus fluidos, donde están bañadas sus células, para garantizar su permanencia.
Este equilibrio se mide en el cuerpo físico a través de la medida de su Ph, que nos muestra el equilibrio entre la alcalinidad y la acidificación de los fluidos corporales.
Deja de observarte en el tiempo, porque el tiempo lo crea el pensamiento y pertenece al Yo irreal, los seres humanos somos seres no pensantes, somos seres sintientes.
Y el pensamiento solo es la herramienta que hemos desarrollado a partir de una determinada etapa de nuestra evolución como humanos, para controlar los procesos de la existencia.
El cuerpo es tan importante que sin el no hay vida, por eso conviene que lo conozcas, el cuerpo es un milagro y un regalo que nunca vamos a agradecer lo suficiente.
Nosotros vivimos como si el cuerpo fuese nuestro, como si fuésemos el cuerpo y nada mas, sin darnos cuenta de que tanto le servimos a el
como el nos sirve a nosotros a cada momento.
Sin darnos cuenta de la relación que existe entre lo que podemos hacer gracias a él, y de todo lo que tenemos que hacer, a la vez, para satisfacer todas sus necesidades, percibidas a través de los estímulos sensoriales.
En el cuerpo se aloja la propia vida, las sensaciones que recibe de los cinco sentidos y las emociones, nada más y nada menos, y es donde el alma se ancla a la materia.
El cuerpo está en contacto directo, interconectado, con el pensamiento.
Previamente, para nacer nos identificamos con el cuerpo, para crear la materia física en donde el alma se ancla a la materia, para vivir dentro de este planeta, su experiencia terrenal.
Para después, mantenerla y reforzar con cada inhalación y cada exhalación, olvidándonos de nuestra procedencia divina y eterna,
en aras de crear una personalidad que nos permita transitar por esas experiencias que hemos decidido tener, con esos aprendizajes que hemos decidido tener, con una conciencia humana desde un centro que es la idea del Yo irreal.
Te vengo a recordar que tu no eres el cuerpo, que el cuerpo físico no es de tu propiedad, que tu solo tienes el derecho de uso, y que lo vas a ir devolviendo paulatinamente a la tierra a la que pertenece.
Te vengo a recordar que el cuerpo físico es mucho más que esa materia que pertenece a la Tierra, a un equilibrio adquirido entre los cuatro elementos básicos, tierra, agua, fuego y aire.
Que toda la existencia está unida y funciona como un solo ser, hecho a imagen y semejanza de tu propio cuerpo físico.
Que el cuerpo humano se renueva en su totalidad en ciclos de siete años, cada siete años todos tus órganos se habrán transformado.
Por último, la comprensión que tienes que alcanzar es que existe una conexión directa entre cuerpo y mente, pues el propio cuerpo nace de la mente universal a través de la matriz micro cósmica femenina, que está hecha, a su vez, a imagen y semejanza de la matriz macro cósmica del planeta.
De ahí viene el conocido aforismo clásico que todos hemos escuchado alguna vez, “mens sana in corpore sano”.
Amor es ser consciencia, es ser fuente, es ser esa fuente que fluye
capaz de recordarte tu verdadera esencia, tu espíritu.
Es el propio camino de la trascendencia donde todos confluimos,
el mismísimo vacío, pues no tiene rostro, no tiene forma, no tiene palabra, ni siquiera tiene espacio, pues lo inunda todo.
Es la llama viva que palpita en cada corazón, es la vida convertida en una adoración continua, es ese sentimiento que llena de paz tu vida, de gratitud, alegría y bondad.
Es la propia manifestación de tu esencia como materia.
El amor es la eterna vibración de Dios, es reconocernos en todo aquello cuanto nos rodea.
El amor es ese Templo sagrado donde cada ser se convierte en un Dios.
El amor es aceptar la perfección de cada instante, es disfrutar del servicio, de tus emociones y sentimientos, de todo lo que te sucede, de los ojos de cada persona que miras, es sentirte vivo en pleno agradecimiento.
El amor es la semilla que ha sido sembrada y cultivada en cada corazón desde hace miles y miles de años.
Es la disposición natural de cada ser humano consciente.
El amor es lo único que te hace libre, amor hacia ti mismo, amor hacia el otro.
Sin embargo, debe prevalecer el amarse a sí mismo y el amor propio, porque solo amándote a ti mismo amarás todo lo que te rodea.
El amor es como el agua, es vida.
Recordar tener siempre presente que lo único que tenemos que hacer es amarnos.